La producción literaria aumenta cada año en el mundo. Se estima que anualmente se publican más de 2 millones de libros, muchos de los cuales traspasan fronteras gracias a la labor que realizan para las editoriales los traductores profesionales. Coincidiendo con la conmemoración del Día del Libro, los traductores literarios reclaman una mayor visibilidad de su trabajo.
En los últimos años, la traducción de libros en España ha superado los 13.000 volúmenes. Un informe elaborado por Statista sobre el sector literario pone de manifiesto que en 2020 se tradujeron al español, sin contar las reimpresiones, 13.272 libros, una cifra muy similar a la del año prepandemia, 2019, donde el volumen de libros traducidos fue de 13.211.
Reclaman más visibilidad
Sin embargo, aunque cada vez el lector es más consciente de que detrás del último best seller inglés que está leyendo en su idioma se encuentra la labor de un traductor profesional, aún falta mucho por hacer en este ámbito. Traductores literarios como Scheherezade Surià , que a parte de trabajar como freelance para editoriales como el Grupo Planeta, también lo hace para empresas de traducción como Okodia, señala que el gremio quiere que se les reconozca “como autores, que nuestro nombre aparezca no solo dentro del libro sino, por ejemplo, en la cubierta y, por supuesto, en la web de las editoriales, donde muchas veces aparece antes el peso del libro o sus dimensiones que el autor de la traducción”.
Según recalca la traductora profesional, el reclamar que el nombre del traductor literario aparezca en la portada de los libros “no es una cuestión de vanidad, sino de visibilidad para que se vea y se sepa quién ha trabajado en ese libro, ha surfeado frases y navegado entre sentidos para que el lector de la traducción lo disfrute como lo disfrutó el lector del libro original”.
Traductores profesionales, embajadores entre culturas
Los profesionales del sector consideran que si se valorara más el trabajo del traductor, éste tendría un mayor poder para “negociar tarifas y porcentajes y, así, a la larga, todos saldremos ganando. El lector disfrutará de un libro traducido con mimo por alguien que ha podido dedicarse en cuerpo y alma a él sin tener que renunciar a nada”.
A nivel europeo el informe titulado Translators on the Cover asegura que los traductores literarios “son embajadores activos entre culturas y lenguas” y requieren de una mayor visibilidad. En ese sentido, el informe recalca que ferias como la del Día del Libro “puede ser el escenario perfecto para que los traductores aumenten su visibilidad”. De hecho, en Londres, París, Turín y Bolonia, por ejemplo, ya se han creado centros de traducción que sirven de lugar de encuentro para los interesados en el sector y para dar más visibilidad a la importancia de los traductores en el mercado del libro.
Desde la agencia de traducción Okodia recuerdan la importancia de recurrir a los traductores profesionales, ya que ellos son expertos del lenguaje y pueden detectar frases hechas, comprender las diferencias culturales, adaptar el mensaje y aportar naturalidad al texto traducido.