“Cualquier empresa debería traducir sus contenidos sin dudarlo un segundo”. Así es como ve Inés, una de las gestoras de proyectos de Okodia – Grupo traductor, el mundo de la traducción profesional. “Deberían pararse a pensar en por qué las grandes empresas han llegado hoy a donde están. Todas se han internacionalizado, han intentado llegar a otras sociedades y culturas y eso lo han conseguido gracias a la traducción“, asegura.
Inés estudió Traducción e Interpretación y desde septiembre de 2021 trabaja para la agencia de traducción Okodia. Se declara una apasionada de los idiomas. Tanto que piensa que sin traducción “no se podría entender el mundo como es hoy”. Según detalla, si no fuera por este ámbito “no habría esa multiculturalidad de la que podemos disfrutar porque no nos entenderíamos entre nosotros, básicamente”.
En constante aprendizaje con la traducción de documentos
Si hay algo que de verdad le guste a Inés es que el aprendizaje constante que proporciona la traducción de documentos. “Si eres una persona inquieta que quiere conocer cosas nuevas todos los días, la traducción es lo que estás buscando”, asegura sin dudarlo.
De hecho, recuerda que uno no es traductor profesional solo con saber uno o varios idiomas. “La gente piensa que con saber un poco del idioma ya puedes traducir. No es así. No se imaginan la formación y trabajo que requiere traducir un simple texto turístico, por ejemplo. Ya no te digo algún texto más especializado como los jurídicos, los técnicos, los médicos o, incluso, los gastronómicos”, añade antes de recordar que detrás de cada traducción siempre hay un gran trabajo.
Actualmente, disfruta al máximo de su trabajo ya que ningún día es igual que el anterior. De hecho, entre sus labores diarias se encuentran el presupuestar trabajos, escoger a los traductores indicados para los diferentes proyectos, preparar archivos, revisar traducciones… “Soy la intermediaria entre cliente y traductor, con todo lo que eso conlleva”, explica.
De su trabajo diario en Okodia cuenta que “hay días muy estresantes en los que cuando te das cuenta ya es súper tarde y aún no has ido a comer y otros en los que no hay tanto trabajo y puedes disfrutar algo más del proceso de gestión”. Según Inés, ni las traducciones ni los clientes son siempre iguales, “para mí, son como minirretos diarios con los que te entretienes y también aprendes”.
Fascinada por la evolución del portugués y del gallego
En cuanto a idiomas, le es difícil decantarse por uno, le gustan todos, ya que “el idioma es un reflejo de la evolución de la sociedad y de la cultura“. No obstante, las raíces le tiran mucho y, como buena gallega, le fascina “ser capaz de comparar y ver la evolución que han sufrido el portugués y el gallego, ambos idiomas antes eran el mismo, el galaicoportugués”.
Además de los idiomas, Inés es una gran deportista. “Desde muy pequeña he estado haciendo todo tipo de deportes, aunque ahora solo tengo tiempo para el atletismo. Durante la semana, no conozco el significado del tiempo libre: el trabajo, el entreno, las responsabilidades diarias… Un par de horas más me vendrían bien. Es durante el fin de semana cuando recupero y aprovecho al máximo todas esas horas”.
También le encanta cocinar, conocer sitios nuevos y probar experiencias diferentes. En definitiva, frente a sus obligaciones del día a día, lo que más valora es “pasar tiempo de calidad con personas cercanas”.