Las redes sociales están plagadas de errores de traducción dignos de meme, por lo que no podíamos dedicarle una entrada a ciertos errores capaces de ruborizar hasta al más desvergonzado.
- Premios a la mala traducción: los Jelly Donut
- Errores dignos de un Jelly Donut
- Ojo con la interpretación
Los Jelly Donut
Empezaremos con traducciones premiadas… por su ridiculez. Sí, como lees. Hay un concurso norteamericano que premia las peores traducciones o interpretaciones de cada año.
Nuestro equivalente a los Golden Raspberry recibe su nombre de una de las meteduras de pata más conocidas de la historia de la traducción y que fue protagonizada por el Presidente Kennedy durante su visita al muro de Berlín en 1963.
Según cuentan las malas lenguas, el presidente quiso hacer un gesto de acercamiento al pueblo alemán e inició su discurso pronunciando la frase “Ich bin ein Berliner”. Lógicamente, él quería trasmitir que se sentía parte del pueblo de Berlín, pero claro, de ahí a decir que era pastelito relleno de mermelada (jelly donut)…
Una de las empresas premiadas fue una firma de calzado bastante desconocida en nuestro país: Target. En 2013, el creativo de la empresa decidió bautizar el nuevo modelo de zapatos con el bucólico nombre de “Orina”, término que, según el creativo, significaba en ruso algo así como “pacífico” o “paz”. El traductor responsable de verificar los nombres de los productos en los distintos países donde se comercializarían no se dio cuenta a tiempo de que unos zapatos llamados “pis” tendrían poco éxito entre los clientes que hablaran español…
Una de las empresas de muebles y complementos más famosas del mundo se llevó también un error de traduccón digno de un “Jelly Donut”: Ikea. Como sabemos, Ikea suele poner nombres de ciudades a sus modelos de camas, colchones, etc. Ahí surgió el problema. Cuando la firma intentó entrar en el mercado tailandés, el traductor no cayó en la cuenta de que el nombre de una de sus camas y que aludía a la ciudad noruega “Redalen” equivalía en ese Tailandia a algo parecido a “sexo oral”.
Errores de traducción dignos de un Jelly Donut
Por supuesto, las redes están plagadas de ejemplos que podrían ganar un Jelly Donut perfectamente cosa que, por cierto, no pasaría si esas traducciones las hubiera realizado un traductor profesional, y no un traductor automático o el primo que estuvo viviendo en París o Londres un par de meses.
Modelos de coches
Los nombres de modelos de coches tienen una larga trayectoria ligada a errores de transcreación. Un ejemplo claro es el Nissan Moco, el Mazda Laputa, el Mitsubishi Pajero o el Ford Corrida. Afortunadamente, alguien se dio cuenta a tiempo de que estos nombres no iban a encajar muy bien en España, pero algunos gazapos consiguieron escapar y hoy por hoy son fuente de numerosas sonrisas: Lexus LFA, Polo GT, Fiat Marea o, uno de los mejores, Audi Q-3.
Pero eso no ocurre solo en nuestro país. Tomemos el caso caso del Honda Fitta, que llegó a Suecia, Noruega y Dinamarca en 2001. Países en los que la palabra Fitta forma parte del argot y hace referencia a los genitales femeninos. A esta situación, se le sumó el llamativo eslogan que acompañaba a la campaña publicitaria para este coche: ‘Grande por dentro, pequeño por fuera’.
Una carta al director con errores de traducción
Una de nuestras meteduras de pata preferidas se dio el día en que un adjunto a la dirección de una multinacional, que pretendía tener un buen dominio del inglés, escribió un e-mail a su director, de nacionalidad estadounidense, y decidió redactar su carta en español, su lengua materna, y traducirla luego en un traductor online al inglés.
La multinacional en cuestión se dedicaba a la venta de coches y, en este sector, es habitual que algunas de las principales distribuidoras sean referidas como “motoras”. Cuando el traductor online encontró este término, no apreció en absoluto un matiz semántico tan fino, y por supuesto tradujo el término por el más genérico de los que aparecen en su diccionario. Y es que los ordenadores son bases de datos que, de momento, no establecen relaciones semánticas tal y como lo hacemos nosotros.
Así que el mensaje traducido por el traductor online fue enviado a la dirección de la empresa, y la contestación del Director General contenía la siguiente frase: “Me alegro muchísimo de ver que todo va por allí viento en popa, ya veo que ahora también nos dedicamos a la venta de lanchas”. Y es que la traducción de “motoras” no era otra que “motorship”, y el director adjunto de dicha empresa cayó en el ridículo más bochornoso. De aquí podemos extraer dos conclusiones inmediatas relacionadas con los errores de traducción, ¿no?
Cuando ‘la lías’ en una rueda de prensa
¿Sabéis quién es Álvaro Morata? Es un jugador de fútbol. Los deportistas están acostumbrados a moverse de un país a otro, pero si ofrecen ruedas de prensa en su idioma nativo, una mala traducción les puede jugar algún que otro sonrojo. En este caso, estando en Italia éste afirmó, o al menos así lo recoge un periódico de dicho país, que llegó desilusionado al Real Madrid porque le habían tratado como un niño. Y claro, se armó el escándalo. Tuvo que salir un día después públicamente a matizar sus declaraciones. «Fue un error de traducción», aseguró.
¿Comarcas catalanas?
Cosas de la traducción automática. ¿Qué dirías si un día lees en el BOE que tres de las comarcas de tu Comunidad se llaman de una forma diferente? ¡Menudo gazapo! Un error técnico del Departament de Treball, Afers Socials i Famílies al revisar la versión en castellano de un documento ha propiciado que tres comarcas catalanas hayan aparecido rebautizadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE): la Noguera, la Garrotxa y el Maresme. El traductor automático del departamento renombró la Noguera por Nogal, la Garrotxa por Breña y el Maresme por Marisma y los tres fallos no fueron detectados. Esto no hubiera pasado de haber recurrido a una agencia de traducción en Barcelona.
Directo a la cárcel
Y sí. Una mala traducción también te puede llevar a la cárcel. En este caso, un palestino fue detenido por un error de traducción de Facebook. El algoritmo reprodujo la expresión “atacadles” en hebreo cuando había escrito “buenos días” en árabe en su página de la red social.
Ojo con la interpretación
Para acabar esta entrada, queremos abrir el melón de los discursos de famosos españoles, muchos de ellos políticos, with a relaxing cup of café con leche in la plaza Mayor. No hace falta que digamos mucho más, ¿verdad?
Todo el mundo sabe que la clase política española no se prodiga mucho en ninguna otra lengua que no sea la suya propia. Si bien es cierto que el español es una de las lenguas más potentes a nivel mundial, ello no quita que los representantes institucionales de este país (y de todos) dispongan de herramientas suficientes para defenderse en los foros internacionales.
Puntualizamos: no queremos, evidentemente, acabar con la tarea del intérprete (lo que, dicho sea de paso, nos parece bastante utópico), sino que defendemos que aquellos que representan los intereses de los ciudadanos en la esfera global deben tener un mínimo de competencias lingüísticas en otras lenguas internacionales. Y no se trata de convertirse en Shakespeare de un día para el otro.
De lo que se trata es de evitar situaciones embarazosas como las del bonsái de Zapatero o del sonado discurso de Ana Botella ante el Comité Olímpico Internacional, de las que podamos exportar algo más que el concepto vergüenza ajena. Se trata de ser capaces de comprender el mensaje y de expresar una opinión en otra lengua. De hecho, no lo decimos nosotros, lo dice Androulla Vassiliou, Comisaria de Educación, Cultura, Multilingüismo y Juventud, con su propuesta de lengua materna + 2 para todos los europeos. Incluido Sergio Ramos. No se exige un C2 en tres idiomas, pero sí que sería enriquecedor poder entender y ser entendido en otro idioma, más si éste se considera la lengua franca (al menos, de momento).
Hasta que llegue ese momento, la mejor opción, la más profesional, humilde y acertada, en nuestra opinión, es contratar a un intérprete, para evitar la posiblidad de ser víctima de errores de traducción. Estos mediadores lingüísticos no solo conocen el léxico de las dos lenguas en las que trabajan. Su capacidad de concentración, retención y agilidad mental, así como el dominio de las técnicas verbales y no verbales está muy por encima de la media. Y su curiosidad y cultura son dignas de mención y reconocimiento. Que cada uno haga su trabajo de la mejor manera posible.
Enlaces de interés
Los títulos de series y películas, sin duda, suelen tratarse también como errores de traducción, aunque no suelen ser los traductores los que toman ese tipo de decisiones, como te explicamos aquí.
Si quieres seguir un poco con las risas, te proponemos los siguientes errores de marketing.
Y para cambiar de tesitura, aunque este artículo haya tratado de forma irónica los errores, lo cierto es que de ellos también se aprende. Nosotros, al menos, lo hacemos.