A menudo se dice que Portugal y España son como dos hermanos: comparten una historia común, una cultura similar y, por supuesto, la Península Ibérica. Sin embargo, detrás de estas similitudes superficiales, se esconden dos naciones con identidades únicas y diferenciadas. En nuestra agencia de traducción te hablamos de sus diferencias. ¿Quieres conocerlas? ¡Sigue leyendo?
Así son los portugueses y así, los españoles
Comenzamos por la forma de ser de cada uno. Se tiende a describir al español como una persona alegre y al portugués como una persona melancólica. Sin embargo, ni todo es fiesta en España ni todo es fado en Portugal.
A pesar de ello, existen rasgos muy diferentes al definir a ambos. Los españoles son más extrovertidos, habladores, ruidosos, expresivos, informales y besucones. Manifiestan sus sentimientos de manera más abierta. Por otro lado, los portugueses son más reservados, hablan mucho menos y en voz baja, son muy educados y formales. En términos de formalidades, ellos superan a los españoles. Portugal sigue siendo el país de doctores e ingenieros, donde el título tiene una gran importancia, quizá demasiada. Los españoles prefieren el tuteo y hasta se ofenden si les tratan de usted.
Diferentes costumbres
En Portugal, salir de vinos no es una costumbre muy extendida. En cuanto a los horarios, tampoco se coincide con el país vecino, y no solo porque en Portugal sea una hora menos.
A las 12 del mediodía en España se toma un pincho de tortilla con una caña o una tostada con tomate y aceite, por ejemplo. A esa hora en Portugal ya están preparando la mesa para comer, aunque los restaurantes se llenan alrededor de las 13 horas.
Comer a las tres de la tarde y cenar a las diez de la noche es algo muy común en las familias españolas, pero no en las portuguesas, donde estos horarios son considerados muy tardíos.
En España, quien puede, después del trabajo se toma una caña con los compañeros o amigos antes de cenar. En el país vecino, eso de salir de vinos no está muy extendido, aunque cada vez hay más lugares para ir de tapas y cañas. Y ya que hablamos de comida, aunque ambos comparten la dieta mediterránea, existen algunas diferencias, sobre todo en la forma de preparar y presentar los alimentos. Es necesario acabar con ciertos mitos: los portugueses son expertos en bacalao, pero no consumen solo este pescado.
Asimismo, los españoles no comen solo fritos ni estamos todo el día con pinchos y raciones, como a veces piensan sus vecinos. Si en España no se perdona muchas veces el primer y segundo plato y el postre, en Portugal no pierden la costumbre de mezclar todo en un mismo plato, en el que normalmente no falta el arroz.
El idioma, una gran diferencia entre ambos países
¿Y qué hay de los idiomas en Portugal y en España? Este es otro tema aparte. La fonética portuguesa es mucho más rica que la española, lo cual les facilita mucho el aprendizaje de otros idiomas. Además, a excepción de los dibujos animados, todas las series y películas se emiten en versión original, tanto en el cine como en la televisión.
Es cierto que los españoles tienen un oído menos entrenado, pero es difícil mejorar cuando desde pequeños les enseñan inglés profesores españoles y, en general, es el único idioma extranjero que se escucha en el día a día. El oído de los españoles está poco o nada habituado a otros idiomas. Sin embargo, este problema español se exagera bastante en Portugal, donde también critican a sus vecinos por traducir todo al español. Entre los mitos que mencionaba, muchos portugueses siguen afirmando que los españoles dicen “Piedras Rodadas” en lugar de “The Rolling Stones” y “Juanito Caminante” en vez de “Johnnie Walker”.
Como ocurre con muchos idiomas, entre el español y el portugués existen los llamados falsos amigos. Si un portugués le dice a una chica que está espantosa, significa que está espectacular, impresionante. Y cuando los españoles dicen que la comida está exquisita, para un portugués no significa que está deliciosa, sino que es rara o extraña.
Cómo traducir al portugués
Teniendo en cuenta las diferencias culturales entre ambos países, al traducir textos entre español y portugués, es crucial ser consciente de las sutilezas lingüísticas y culturales que distinguen a ambos idiomas y a sus hablantes.
Un traductor experto, como los de Okodia, será capaz de captar la esencia de cada idioma y cultura para transmitir el mensaje original de manera precisa y natural con el objetivo que lo que separa a ambos países sea un punto de unión lingüístico.