Hoy hablamos en clave de humor. Seguro que más de una vez has escuchado eso de que los traductores profesionales que trabajan como autónomos lo hacen siempre en pijama. ¿Verdad verdadera o fake? Desde nuestra agencia de traducción profesional te aconsejamos no generalizar. ¿Te gustaría conocer cuáles son los 4 estereotipos de traductores más comunes? ¡Sigue leyendo!
1- El traductor que siempre trabaja en pijama
Ser freelance está lleno de estereotipos. Algunos mejores que otros, todo hay que decirlo. Sin embargo, tradicionalmente se ha pensado que el traductor que trabaja como autónomo lo hace siempre desde su casa y en pijama. ¿Tú qué opinas? Nosotros te decimos que habrá quien lo haga (¿por qué no?) pero la mayoría de los profesionales optan por arreglarse (algo) cuando se sientan delante del ordenador.
2- El corrector que corrige toda la traducción
En las agencias de traducción profesionales como Okodia se cumple con rigurosos estándares de calidad. Es por ello por lo que una vez que el traductor ha entregado el trabajo, se procede a la revisión del mismo. Uno de los estereotipos más extendidos consiste en que el corrector corrige el trabajo de cabo a rabo del traductor. Esto no es precisamente así, ya que contamos con traductores profesionales que hacen un magnífico trabajo siempre. La labor del corrector es asegurar que la calidad del trabajo es la adecuada y corregir cualquier posible despiste que haya podido tener el traductor profesional.
3- El intérprete al que se le confunde con un traductor
Cuando le preguntan a un intérprete por su trabajo, a menudo debe aclarar que trabaja como intérprete y no como traductor profesional. Es muy habitual creer que un intérprete hace lo mismo que un traductor profesional, cuando ambos tienen cometidos diferentes. ¿Tú también piensas que un intérprete se dedica a traducir textos escritos?
4- El traductor profesional todopoderoso
Por último, uno de los mayores estereotipos de traductores es creer que el traductor profesional nunca enferma. Los traductores autónomos serían como una especie de dioses todopoderosos que siempre se encuentran bien y nunca enferman. Nada más lejos de la realidad. Los traductores profesionales también son seres humanos con problemas y dificultades y una fuerza tremenda para sacar adelante todo su trabajo.