Más del 60% de los traductores profesionales ya utiliza la inteligencia artificial para agilizar su trabajo. Aunque la gran mayoría (42,6%) asegura que lo hace de manera esporádica.
Una encuesta realizada por Okodia translations a unos 300 profesionales del sector tanto de España como de otros países revela que estos profesionales son cada vez menos reacios a emplear esta tecnología. Sin embargo, la mayoría de ellos advierte de que “aún necesita mejorar mucho y que siempre es necesaria la revisión de un profesional”.
La IA mejora “en ciertos casos” el trabajo
Para el 68,1% de los encuestados, la inteligencia artificial ha mejorado “en ciertos casos” la calidad general de las traducciones. No obstante, consideran que hay áreas en las que su uso está en entredicho. Según dicen, es difícil que una máquina aprenda a ver los matices del texto, los dobles sentidos o las connotaciones culturales.
De hecho, un 46,8% de los traductores confía parcialmente en las traducciones generadas automáticamente. La mayoría señala que aunque utilicen esta tecnología, antes de entregar el trabajo, “necesita revisar o corregir” las traducciones. En ese sentido se manifiesta el 55,3% de los encuestados, que indican que las traducciones automáticas “no son comparables en calidad a las realizadas por traductores humanos”.
Labor de revisión
Entre las carencias que destacan los profesionales de la traducción destacan la incapacidad de la tecnología para comprender y reflejar correctamente las intenciones y estilo del autor del texto, la comprensión y transmisión directa de los registros lingüísticos y la transmisión de la emoción del texto original. En cambio, para un 34%, la IA sí que es capaz, aunque no con precisión, de comprender la mayoría de los textos.
Un 84,4% de los traductores profesionales considera “fundamental” la intervención humana para revisar y corregir las traducciones realizadas por los sistemas de inteligencia artificial.
Por sectores, un 90,6% de los traductores profesionales coinciden en que el ámbito literario y editorial es uno de los principales a la hora de requerir una revisión humana de las traducciones automáticas. Por detrás se sitúa el sector médico, científico y farmacéutico (88,5%); las traducciones juradas (83,3%) y el legal y jurídico (79,2%). Por contra, un 57,3% piensa que uno de los ámbitos donde menos es necesaria la revisión del profesional es en el financiero y económico.
El futuro de la traducción automática
Pese a los avances de la inteligencia artificial, la mayoría de los traductores profesionales considera que su labor será imprescindible en el futuro. Pero piensan que trabajarán codo con codo con esta tecnología. “Combinaremos calidad, rapidez y precisión”, confirman.
Los profesionales afirman que mediante la inteligencia artificial es posible “eliminar” las barreras lingüísticas que puedan surgir, pero insisten en que la intervención humana hace que estas traducciones sean mucho más “precisas”.
Por último, la mayoría de los encuestados piensa que el trabajo del traductor no se perderá, “pero es inevitable que se adapten a las nuevas tecnologías y a la posedición como una opción cada vez más común entre sus servicios”. En ese sentido, el papel de los gestores de proyectos en las agencias de traducción será “esencial para controlar que se cumplen las instrucciones y necesidades del cliente y mantener una comunicación fluida entre ambas partes”.