Solo el 7,9% de los internautas usa actualmente el español. Este dato, extraído del informe ‘El español: una lengua viva’, elaborado por el Instituto Cervantes en 2022, lleva a preguntarse lo siguiente: ¿se encuentra el español en horas bajas? Su uso se sitúa a gran distancia del inglés, que ya se utiliza en el 51,2% de las páginas multilingües, pese a que este idioma solo lo habla el 6% de la población mundial. ¿Se puede hacer algo para promover el uso del español?, se preguntan muchos. La clave te la damos a continuación.
¿Disminuyen los hispanohablantes?
“La ventana de crecimiento del español podría cerrarse”. Con esta frase, el director del Instituto Cervantes de Nueva York, Ignacio Olmos, nos advierte de que el idioma no pasa por su mejor momento en lo que a crecimiento de hispanohablantes se refiere.
Todo apunta a que el número de hablantes de español en Estados Unidos está retrocediendo. Aunque en este país el español no sea la lengua oficial, sí que hay que recordar que las personas de origen hispano allí representan el 17% de la población. De hecho, en estudios publicados por el Instituto Cervantes ya se advertía que entre 2006 y 2015 el porcentaje de hispanos que hablaban español descendió del 78% al 73%.
Uno de los principales problemas que se ciernen sobre la comunidad hispanohablante tiene que ver con la natalidad. En términos generales, se espera que la comunidad hispanohablante crezca en los próximos cincuenta años, pero su peso relativo irá disminuyendo debido al descenso de natalidad en los países hispanohablantes. Así, se espera que la natalidad siga creciendo los próximos años, pero en otras partes del mundo, como en el África subsahariana o en Asia central y meridional. En definitiva, en 2100, tan solo el 6,4% de la población mundial podrá comunicarse en español.
Una iniciativa para evitar la pérdida de peso del español
Frente a este escenario negativo surgen distintas acciones en el mundo para evitar perder la pérdida de peso que tradicionalmente ha tenido el español. Una de las últimas propuestas parte del académico Cástor Díaz Barrado. Según recoge la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España y la Conferencia Permanente de Academias Jurídicas Iberoamericanas, esta propuesta busca incorporar el español como lengua oficial del Tribunal Internacional de Justicia de la Haya (TIJ).
El español, en el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya
El Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) es también conocido como la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Este es el principal órgano judicial de las Naciones Unidas (ONU). Tiene su sede en el Palacio de la Paz en La Haya, Países Bajos. Fue establecido en 1945 y comenzó sus actividades en 1946, sucediendo a la Corte Permanente de Justicia Internacional.
Su función principal del TIJ es resolver disputas legales entre Estados y emitir opiniones consultivas sobre cuestiones jurídicas remitidas por la Asamblea General, el Consejo de Seguridad y otras instituciones y organismos especializados de la ONU. Los casos son presentados por los Estados que aceptan la jurisdicción de la CIJ de manera voluntaria.
Qué idiomas se hablan en el Tribunal Internacional de Justicia
El Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) utiliza oficialmente dos idiomas: el francés y el inglés. Estos dos idiomas son utilizados en los procedimientos escritos y orales ante el tribunal. Esto significa que los documentos presentados ante la CIJ, así como las intervenciones orales durante las audiencias, pueden realizarse en francés o en inglés.
La elección del idioma de procedimiento recae en las partes involucradas en el caso. Si las partes no llegan a un acuerdo sobre el idioma, el Presidente del Tribunal toma una decisión al respecto. Además, el TIJ tiene la facultad de utilizar un tercer idioma si lo considera necesario.
En el caso de que se autorice el uso de otro idioma, como el español, actualmente habría que presentar una traducción certificada en uno de los idiomas oficiales. Así se recoge en el artículo 51 del Reglamento TIJ.
Así pues, la propuesta de incluir el español como lengua oficial en el Tribunal abre paso a la promoción de la diversidad lingüística en el ámbito legal internacional. Sin duda, una medida que podría ayudar a la difusión y promoción del español.