Hace justo un año que Cristina se incorporó a la pequeña- gran familia de Okodia y está encanta de pertenecer al departamento de gestión de proyectos. Como ella misma dice, cada día supone “un nuevo desafío”. Apasionada de las letras y de los idiomas, Cristina estudió Traducción e Interpretación y después decidió especializarse en Traducción Audiovisual. ¿Quieres saber más sobre ella? ¡Sigue leyendo!
– ¿Qué te animó a empezar a trabajar en Okodia?
Gemma, una de las gestoras del departamento y, además, antigua compañera durante los años de universidad, me escribió un día para explicarme que en la empresa donde trabajaba estaban buscando ampliar la plantilla. Sin duda, sus buenos comentarios y la oportunidad de hacer un cambio fue lo que más me animó a ello.
– ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo diario aquí?
Me gusta que cada día suponga un desafío. Nunca sabes cómo va a ser el día, siempre suele ser diferente: nuevos proyectos, textos nuevos, distintos idiomas… ¡Nunca nos aburrimos!
– ¿Por qué te interesa el mundo de la traducción?
Los idiomas y las distintas culturas me han llamado la atención desde bien pequeña. Me parece fascinante el poder comunicarnos con todo el mundo y poder aprender de ello. Nunca se sabe lo suficiente y siempre se aprende algo nuevo.
– ¿Qué es lo más curioso (extraño, raro o agradable) que te ha ocurrido a lo largo de todo el tiempo que llevas trabajando en Okodia?
Me resulta curioso cuando recibimos consultas de algunos clientes sobre a qué idiomas creemos que deben traducir sus productos o contenidos. Nunca se sabe… ¡Quizás es un servicio por el que deberíamos empezar a apostar!
– ¿Cómo describirías el mundo de la traducción?
El mundo de la traducción es muy interesante y una fuente de conocimientos y nuevos descubrimientos infinita. La traducción es mucho más imprescindible de lo que se suele pensar, pues forma parte de la historia y de nuestro día a día, a pesar de que pueda pasar desapercibida.
– Hay quien dice que el mundo de la traducción es difícil y muy complicado, después de todo el tiempo que llevas trabajando en Okodia, ¿crees que es así? ¿Por qué?
Yo creo que la traducción es como todo: conocimiento, esfuerzo y práctica. La traducción abarca todos los ámbitos y ramas, por lo que está claro que, al igual que una persona no puede saber de todo, tampoco puede estar capacitada para traducir cualquier tipo de texto. Por eso, es muy importante conocer nuestros puntos fuertes y nuestros límites y, ante todo, ser honestos con nosotros mismos.
– ¿Qué consejos darías a empresas que están pensando en si deben o no traducir sus contenidos?
Les animaría a hacerlo y, además, a aprender un poco sobre el mundo de la traducción. Me parece primordial entender y conocer un poco sobre qué es y las modalidades que existen. Que los clientes comprendan cómo lo hacemos y qué supone nuestro trabajo es algo que enriquece la relación y confianza que tienen los clientes con nosotros. Por lo tanto, les aconsejaría que nos escribieran sin dudarlo.
– ¿Cuáles han sido tus mejores logros?
Creo que, hasta ahora, mi mayor logro ha sido estudiar y poder trabajar de lo que me gusta. Además, tal y como está el panorama hoy en día y desde hace años, me considero una persona muy afortunada.
– Un país donde te gustaría vivir.
Sin duda: Islandia.
– ¿Hay algún idioma que te llame especialmente la atención? ¿Por qué?
Con los idiomas me pasa que me gustaría aprenderlos todos. Aun así, siempre tengo temporadas. Hace años quise aprender ruso, aunque luego pensé que mejor japonés; empecé a estudiar italiano y sueco de forma autodidacta, aunque quizás debería priorizar mejorar algunos de los que ya sé para no perderlos… Ahora mismo, tras un megaproyecto en el que hemos estado trabajando, tengo muchas ganas de estudiar checo, serbio o croata.
– ¿Cómo y dónde te ves dentro de 10 años a nivel profesional?
Espero poder seguir siendo afortunada y seguir trabajando de lo que más me gusta.