El término localización en traducción a menudo suele causar confusiones entre los clientes. De hecho, se suele emplear al hablar de localización en trabajos de traducción de páginas web, videojuegos o de software. Al contrario de lo que se cree, la localización en traducción no es solo traducir contenidos, sino mucho más. Hoy te contamos qué es la localización en traducción y cuáles son los mitos más extendidos sobre esta práctica.
Qué es la localización en traducción
Según la LISA (Asociación de Estándares del Sector de la Localización) localizar un producto o servicio implica realizar modificaciones o adaptaciones en el original para crear un producto o servicio que pueda comercializarse en el mercado al que se pretende llegar.
De esta definición se puede decir que la localización no solo consiste en traducir, sino en tener en cuenta los aspectos culturales del país en el que se va a vender, así como aspectos funcionales y técnicos. Por ejemplo, si se fuese a distribuir un programa en un país árabe, hay que tener en cuenta que la escritura se realiza de derecha a izquierda. La localización es la que lleva a cabo las modificaciones pertinentes.
¿Qué se suele localizar?
En un principio, se entendía que la localización era una traducción especializada, concretamente, dedicada a la traducción informática. Pero nada más lejos de la realidad, el uso de la localización es muy diverso:
- Videojuegos
- Cartelería
- Páginas web
- Software
Por ejemplo, para localizar un videojuego podemos encontrar diferentes tipos de localizaciones:
- Localización de todo el material impreso: carátulas, documentación, cartelería, etc.
- Localización de la web
- Localización de subtítulos y doblaje
En el caso de un programa informático se localizaría:
- Localización de textos del propio software
- Localización de las ayudas
- Localización de documentación y caja de producto
La importancia del formato
La localización también implica la adaptación de la imagen. El ajuste de diseño es otra técnica de localización. El inglés se lee de izquierda a derecha, pero el árabe, el hebreo y otros idiomas se leen de derecha a izquierda. Tendría que voltear nuestro anuncio para que la copia, las imágenes y otros elementos de contenido se muevan en la dirección correcta.
El tamaño y el tipo de letra también pueden necesitar cambios, por lo que los idiomas que usan una escritura no romana se pueden leer con claridad. Incluso cuando el contenido se traduce a un idioma usando el mismo alfabeto que el inglés, el diseño a menudo necesita un ajuste. Las lenguas romances, como el español y el francés, necesitan un 30% más de palabras que el inglés para expresar una frase similar.
Otros idiomas
El finlandés necesita entre 30 y 40% menos palabras. La traducción cambia el idioma, pero la localización del diseño asegura que la copia se vea bien.
Las herramientas como el contexto visual permiten a las marcas garantizar que el formato y el diseño se puedan ajustar correctamente para adaptarse a las traducciones correctas.
Luego está todo lo demás: ¿está el precio en la moneda correcta? ¿Las fechas están formateadas correctamente? ¿El tamaño del producto cómo se mide en el país al que se está dirigiendo la empresa? Estas áreas también forman parte de la categoría de localización más amplia.
Idiomas en los que se localiza
En el sector de software informático y videojuegos el idioma predominante es el inglés, por lo que generalmente la localización se realiza en francés, italiano, alemán, español… Sin embargo, en los últimos años se ha comenzado a localizar bastantes productos en chino, japonés, coreano, árabe, debido al enorme potencial de ventas que existe, principalmente en el sector de la telefonía móvil.
En el caso de los videojuegos, además del inglés, también se desarrollan muchos videojuegos en japonés. Este aspecto dificulta la localización a algunos idiomas europeos, lo que hace que muchos de esos videojuegos lleguen al mercado europeo en inglés.
Los mejores mitos sobre localización
Y ahora que ya sabemos qué es la localización en traducción, vamos con algunos mitos que seguro que te van a resultar cuanto menos curiosos.
Localización de webs estáticas
Hasta hace unos años era habitual realizar trabajos de localización de páginas webs estáticas. De hecho, la localización del contenido se hacía una única vez y era muy raro que la página web se volviera a modificar. Se trataba de páginas que estaban diseñadas en html, por lo que requerían de complejos conocimientos de traducción para hacer los cambios pertinentes. Sin embargo, hoy en día las páginas webs ya no son estáticas, por lo que los cambios continuos las llevan a necesitar cambios continuos.
No es necesaria la revisión lingüística
Hay quien cree que un texto que ya se ha traducido es definitivo, simplemente por la calidad de las frases que aparecen en él. Aunque pueda parecerlo, también es necesario llevar a cabo una revisión de aspectos como los archivos fuente, el código del software y el texto traducido. Revisar siempre es fundamental en el mundo de la traducción profesional.
La localización es igual para todos los países
Éste es el mito más común que hay que desterrar cuanto antes. La localización en traducción supone la adaptación de los contenidos traducidos para que los productos puedan llegar a todas las partes del mundo. En ese sentido, se adapta el producto o servicio para que parezca que se desarrolló en un determinado mercado.
En resumen
En pocas palabras, la traducción invoca simplemente la conversión de las palabras de un texto de un idioma a otro, manteniendo la intención y los conceptos. La localización, por otro lado, implica una adaptación aún mayor para adherirse a los elementos culturales del público objetivo. El contenido localizado se siente más familiar y cercano.
Con contenido totalmente localizado, las marcas pueden garantizar que sus experiencias resuenen con los usuarios, incluso si hablan un idioma completamente diferente. Así que, ¿necesitas una traducción profesional o servicios de localización?