Seguro que alguna vez has ido al extranjero y te ha sorprendido la traducción de los nombres de algunas calles. ¡Eso es porque no te has fijado bien en los nombres de las calles españolas! Te contamos cuáles son los nombres más curiosos de las calles españolas.
Madrid, un sinfín de nombres curiosos
Calle del Pepino Verde, del Caracol Renqueante, de la Lechuga, del Conejo Cojo… seguro que si has leído las aventuras de Mortadelo y Filemón, sabrás que en ellas aparece un sinfín de nombres curiosos de calles. Pero como la realidad siempre supera a la ficción.
Resulta que en Madrid sí existen calles cuanto menos curiosas. Calle de la Lechuga, de la Pasa, de la Fantasía, de La Cenicienta, Sal si puedes, ACDC… La colección es infinita y no se quedaba en Madrid, en todas las ciudades, pueblos y villas del mundo encontramos nombres curiosos y divertidos en los que la traducción los hace más peculiares aún si cabe.
Los nombres de calles más curiosos de España
Calle de Cristo de la Repolla. Cifuentes (Guadalajara).
Curioso nombre donde los haya, ¿verdad? Encontramos esta corta calle de solo 10 números paseando por Cifuentes, un pequeño pueblo de Guadalajara.
La historia (real o novelada) no tiene desperdicio: parece ser que un mendigo llamó pidiendo limosna en una casa pudiente de esa calle. Le atendió una anciana señora que, al ver el hambre del pobre hombre, le regaló una pequeña gallina, una polla.
El mendigo, agradecido como él solo, volvió a la casa al día siguiente y dejó a las puertas de la casa dos pollitas (re-polla) y, para hacerlas compañía, un crucifijo de madera. Y así, sin comerlo ni beberlo, “nació” un nuevo Cristo: el de la Repolla.
Calle de Tintín y Milú. Madrid.
Ideal para los aficionados al buen cómic. Esta pequeña vía madrileña está en el pueblo de Barajas (sí, en Barajas hay un pueblo), en el barrio de Alameda de Osuna. El origen de esta calle no es tan bonito como el del ejemplo anterior. Fue una propuesta afortunada de un concejal aficionado a las tiras del increíble Hergé. Por una vez, y sin que sirva de precedente, un político tuvo una idea brillante 😉
Calle Tantarantana. Barcelona.
Situada en el más que conocido barrio de la Ribera, parece ser que la calle Tantarantana recibió este curioso nombre por uno de sus hijos ilustres: un pregonero del siglo XVIII. Este hombre – del que no conocemos el nombre – era famoso por lo rítmico de sus “tantarantanes” de tambor y trompeta cuando reclamaba atención para leer las noticias oficiales. No sé si una de las calles vecinas recibirá el nombre de calle Tapones, igual no era mala idea.
Calle de la Corrida. Gijón.
Gijón, bien conocida por su afición al cine y la sidra, acoge una calle con un nombre no apto para los mal pensados: la calle de la Corrida. El origen del nombre de esta concurrida vía peatonal no está demostrado ni documentado, pero una de las leyendas cuenta que el corrimiento de unos edificios provocó que la calle se ensanchara de la noche a la mañana. Otras leyendas sobre el origen del nombrecito no son tan benignas, claro 😉
Avenida Súper Mario Bros. Zaragoza.
La capital maña es la “culpable” de bautizar una de sus vías con el nombre del fontanero virtual más famoso del mundo: Súper Mario. La idea de este curioso nombre surgió, nunca mejor dicho, en un concurso de ideas. En el año 2008 los futuros vecinos de la urbanización en construcción “Arcosur” decidieron elegir el nombre de sus calles de una forma creativa y, por lo que se ve, había muchos vecinos aficionados a los videojuegos. La ceremonia de inauguración de la Avenida Súper Mario Bross fue digna de verse: cientos de vecinos con peto y mostacho postizo vitoreando una estatua de su héroe vestido de baturro. Como veis, la realidad siempre supera a la ficción.
¿Se traducen los nombres de las calles?
Todo esto ha llevado a decenas de personas a plantearse un dilema: ¿se deben traducir los nombres de las calles? En nuestra empresa de traducción queremos aclararte esta cuestión. Cuando se trata de nombres de calles, nombres de plazas o de otras vías urbanas e interurbanas, se suele traducir solo la forma genérica.
Esto quiere decir que se mantiene el nombre original, pero se traduce solo si se trata de una calle, de una plaza o de una avenida. Así, si nos referimos en español a una calle con nombre en catalán la traducción sería así: calle Nou.
Y, ¿por qué no se traducen nunca los nombres de las calles, te preguntarás. Por la sencilla razón de que si se tradujeran se generaría una gran confusión cuando se debiera buscar un nombre en particular.
Así que suele ser muy raro encontrar nombres de calles traducidos a otro idioma. Aunque sí que es cierto que a veces, por desconocimiento, hay quien los suele traducir. Si no quieres causar cierta confusión a tu interlocutor, no los traduzcas. No obstante, si lo deseas, siempre puedes elegir una agencia de traducción en Madrid que se ocupe de traducir las direcciones para llegar a un lugar determinado. Eso sí que es muy útil para los hablantes de otros idiomas.